Lo curioso de todo esto es que hoy, con el paso del tiempo y en una edad como la mía donde precisamente lo que te sobra es tiempo, he tenido la ocurrencia de ojear algunos de aquellos libros que permanecen bajo mi tutela y entre ellos me he encontrado con algo que desde hace años me tiene preocupado; el mundo de la geriatría como ciencia de la medicina aplicada para los ancianos. Es tanto y tan ilustrativo lo que sobre este interesante tema he podido leer que no dudo ni un instante en colgarlo en mi blog para darlo a conocer en dos capítulos, ya que merece la pena resaltar parte de lo escrito hace casi treinta años por un selecto grupo de eminentes doctores que por aquella época impartían sus conocimientos, a la vez que ejercían su profesión en prestigiosos hospitales de Madrid.
Decía el doctor Salgado Alba, a la sazón Presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Jefe del Servicio de esa especialidad en el Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, que el aumento del número de personas mayores de 65 años ha creado una serie de problemas de orden económico, sociofamiliar y medicoasistencial que ha venido a favorecer el desarrollo de dos ciencias; la geriatría y la gerontología, que estudian el envejecimiento de los seres vivos, aplicando los aspectos preventivos, clínicos, terapéuticos, rehabilitadores y sociales en la salud y enfermedad de los ancianos. Con esta orientativa descripción voy a dar por cerrado de momento esta primera parte. La segunda se introducirá más profundamente en ese mundo de una vida más prolongada de las personas y los cuidados pertinentes que para ello son imprescindibles.
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