En pocas ocasiones he criticado desde este blog a políticos y gobernantes y no por falta de ganas, ya que sus actuaciones en algunos casos concretos dejaban mucho que desear. Pero en esta ocasión, a la que voy a hacer referencia, la actitud de la Consejería de Bienestar Social de Valencia ha hecho lo que ningún gobierno autonómico se ha atrevido a hacer; abandonar a su suerte a 1.800 ancianos acogidos en distintas residencias privadas, pero concertadas con la Generalitat, por cuyas plazas abonaba el 80% del costo de las mismas. Esta información que he leído a través del diario valenciano "Levante" del día 24 de Agosto me ha indignado tanto como a las familias de estos pobres viejos incapaces de valerse por si mismo y que a partir del día 1 de Septiembre quedarán en la puta calle, si el Gobierno de Francisco Camps ( imputado en la trama Gurtel) sigue en su decisión de no renovar el contrato de concertación con las residencias privadas en las que estaban instalados estas personas de avanzada edad. No extraña las movilizaciones llevadas a cabo contra la Generalitat e incluso las declaraciones de indignación de familiares y allegados que acusan a los responsables de este abuso de poder y de una actitud injusta a todas luces. No se cortan ni un pelo cuando dicen alto y claro que esas plazas se pagan con el dinero de los contribuyentes, y que al Consell le importan una mierda como se encuentren los afectados. Es una vergüenza - dicen- lo que pasa en esta Comunidad valenciana.
Según se detalla en el Levante, las familias no esperaban esta "estafa" aunque siempre -los gobernantes valencianos- lo que hacen es vender humo continuamente, cuando la realidad es que esta Comunidad es un desastre en materia social.
En una palabra, este humilde blog se solidariza con todas esas familias y por ello se une a está más que justificada indignación que muestran contra este atropello con los más débiles de la sociedad. Hasta ahora no había un caso igual de indignidad de unos gobernantes insensibles al dolor y al padecimiento. Son en definitiva el garbanzo negro de todo el país.
¡Insensatos! eso es lo que son los Camps y compañía, unos insensatos sin sentimientos ya que si tienen dinero sobrado para cubrir esos multimillonarios eventos de la Formula-1 y de las Grandes regatas portuarias, entre otros derroches del dinero público, y sin embargo ahora han debido decir- sin avergonzarse de ello- ¿Que hacemos con los viejos?. De momento, enviarlos a la calle y se acabó el problema. ¡Que brutalidad señor Camps! ¡Que brutalidad!.