Al cumplir el pasado día 30 de marzo los tres meses en que me adentre por el fascinante universo de la red, no he podido resistirme a contemplar lo que para mi ha supuesto esta aventura.
Esa "vuelta al mundo en 90 días" me ha hecho sentirme un hombre nuevo. Recuerdo perfectamente en mis inicios en este blog a finales de diciembre, como mi nieto Jaime, experto ya en esta materia, como la mayoría de nuestros
jóvenes, me recomendaba que utilizase esta herramienta colosal que es
Internet como pura distracción, pero
guardándome de que no me obsesionase en ello.
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