lunes, 17 de mayo de 2010

Más apuros para los pensionistas

El presidente Rodriguez Zapatero dejó bien claro que él era consciente de que muchos ciudadanos no entenderían que precisamente cuando el Gobierno les está anunciando que se ha iniciado la recuperación, les pida al mismo tiempo más esfuerzo y mayores sacrificios.

A partir de ese reajuste se ha destapado la caja de los truenos y han comenzado a darse toda clase de explicaciones desde las filas del Gobierno y a la vez -por parte de la oposición en general, pero muy en particular desde la derecha del PP- cargando las tintas en su críticas, con la única intención de sacudirle estopa a Rodriguez Zapatero por iniciar su reajuste económico sobre las espaldas de los funcionarios públicos y los pensionistas. Sobre estos últimos todos los españoles se han sentido atropellados por las medidas tomadas, sin apenas conocer las dimensiones de las mismas. Ello es tan cierto, como que todos tenemos algún pensionista en nuestro entorno familiar y de buenas a primeras nos han echado este jarro de agua fría. Claro que...pensionistas en este país los hay de varios pelajes. Unos con jubilaciones máximas, otros a mitad de camino, (y a todos ellos se les privará el año que viene de aumento alguno) y en el vagón de cola viajan ese núcleo de personas de avanzada edad, los de las pensiones mínimas, que junto a los que perciben las no contributivas ( que suman más de tres millones) y que verán aumentar su pensión con normalidad, para seguir pasando - a pesar de esa ventaja- apuros mes tres mes, esperando que lleguen las extras de Julio y Diciembre, para darse un ligero respiro. Estos apuros, son los mismo que pasan los funcionarios públicos que sólo ganan los sempiternos mil euros, los cuales apenas tendrán que deducir nada de sus ingresos, en ese reajuste de los diablos que nos ha caído encima como una losa, especialmente a esos funcionarios que verán reducidas sus nóminas en 300 euros al mes.

Además, estos privilegiados, por tener un trabajo garantizado, juegan con el sentir general de que su situación no preocupa a la ciudadanía como es el caso de los pensionistas, ya que por lo contrario que a éstos, lo de los funcionarios les pilla lejos de su entorno.

Cuando hoy, día 17 de mayo, la noticia a nivel mundial, es que el Euro se hunde a niveles del año 2006 y que todos los países comienzan a poner en práctica reajuste de "caballo" para salir de esa situación, uno -por muy cortas que tenga las luces de sus entendederas- llegará a la conclusión de que la culpa de este deterioro de nuestra moneda, a la que estamos esclavizados, no la tiene el maltrecho Rodriguez Zapatero. En una palabra, los apuros en general y en particular los que sufren los ancianos con pensiones de hambre, no hay quien lo remedie en este ciclo crítico que estamos atravesando. Al final, no hay más que recordar aquel provervio árabe que dice " Si tu mal tienen remedio, para que te preocupas y...si no lo tiene para que te preocupas".
O lo que es lo mismo; hay que aguantar el temporal venga de donde venga el viento.

martes, 4 de mayo de 2010

MADRID, EN EL RECUERDO

A finales de 1954 llegué por primera vez a Madrid. A mis 23 años quedé asombrado, tanto de la ciudad como del encanto de sus gentes, lo cual marcó en mí una profunda huella que ha permanecido inalterable hasta el momento presente. Quedé prendado de todo cuanto alcanzaba mi vista. Madrid era mucho Madrid.

Aunque procedente de mi Valencia natal (que tampoco estaba mal) desde el primer momento reconocí la gran diferencia existente entre la gran urbe madrileña con la ciudad levantina. Motivos profesionales fueron los que provocaron mi desplazamiento y en buena hora el destino me reservaría cara al futuro no solo el disfrutar de un sinnumero de visitas a la capital del Reino, sino que con el transcurso de los años, mi hija mayor se afincó a la vera del río Manzanares y con ello he tenido la gran oportunidad de mi vida; tener a Madrid como mi segunda residencia. Durante 56 años he mantenido limpia en mi retina como era aquel Madrid de hace más de medio siglo. El bullicio de sus calles, en especial la GranVía (centro de singulares salas de espectáculos, restaurantes, hoteles, y cafeterías para el gusto de los más exigentes, como lo era la del famoso barman "Perico Chicote". ) y junto a ello la elegancia y frondosidad del Parque del Retiro, la Castellana, Recoletos, la Cibeles, y tantas cosas más, que jamás dejaré en el olvido.

Con el paso del tiempo, la ciudad creció y creció más cada día, pero el sabor de los madriles se mantuvo inalterable en su Puerta del Sol, la plaza Mayor, el entorno del Palacio Real, el Paseo de Rosales y todo lo anteriormente citado. Ese es el Madrid, que un día descubrí y que guardo en el recuerdo de mis años mozos. Muy posteriormente y ya entrado en el umbral de la vejez, aquí he pasado mis ratos menos gratos que afectan a mi salud y que, como a cualquier hijo de vecino al que se le echan los años encima, se le presentan cuando menos se les espera. Un abanico de operaciones, tratamientos médicos, exploraciones radiológicas etc. han sido el pan nuestro de cada día. De cualquier manera y a pesar de ello y sin pecar de agorero, quiero creer que aunque se suele decir "De Madrid al cielo", vaya por delante mi predisposición a seguir vivito y coleando en el Madrid de mis amores.

El hecho de haber recibido aquí en Madrid - en donde me encuentro felizmente una vez más-unas fotografías seleccionadas por mis amigos de Zaragoza María Eugenia y José Luís, en la que graficamente se refleja el Madrid que yo encontré, puesto que son muestras gráficas retrospectivas, me ha motivado para exponer lo que ha significado esta gran ciudad a lo largo de mi vida.
Con frecuencia se suele decir "París bien vale una misa" que se le alude al rey Enrique IV de Francia, bien podíamos decir que "Madrid bien vale tener un merecido recuerdo para quienes lo visitan, aunque tan solo sea una vez" . Merece la pena tener a esta grandiosa ciudad en la memoria, porque...entre otras cosas y no me cansaré de repetirlo; Madrid es mucho Madrid.