Ahora, desde esta página, y mucho antes, desde diversos foros y artículos de prensa y revistas, lo vengo repitiendo y repitiendo, como la voz que clama en el desierto. Que hoy, a los 78 años lo continúe repitiendo con el mismo énfasis, tiene la importancia que se le quiera dar. Mi propia dignidad hace que me reitere una y mil veces en mis fundamentos de que la sociedad no cuida a sus ancianos como fuera de desear. Que eso lo diga yo, por mucho que me esfuerce, carece de interés, ya que apenas nadie prestará oídos a mis denuncias y reivindicaciones. Pero cuando eso lo dice un personaje de fama mundial, como lo es el actor y director cinematográfico Clint Eastwood, precisamente de mi misma edad, la cosa cambia. (leer mas)
miércoles, 25 de marzo de 2009
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