domingo, 15 de febrero de 2009

De nuevo, mi opinión desde el blog

¡Hola!
Durante un par de semanas este blog se ha visto obligado a interrumpir la regularidad de sus escritos a fin de colgar en la red la web mayores en apuros que ofrece información - y dentro de lo posible también formación - sobre todo lo que concierne al mundo de las personas de edad avanzada.
Así pues, desde este mismo blog, al que paralelamente también se puede acceder a la referida página, se ofrecerán de manera ágil y concreta temas referentes a normativas, opiniones, salud, reivindicaciones y todo cuanto incumbe a los mayores y a sus familiares.
Como un ejemplo claro de lo que se expone en la página, puede encontrarse en el apartado de Salud (Geriatría / AFEDAZ ) una amplia información sobre ese azote que es el Alzheimer que afecta en España a más de 700.000 familias.
Y precisamente hoy reanudo mis escritos en el blog haciendo hincapié en el déficit institucional en que se encuentran las familias que tienen que hacer frente a este grave problema. Yo mismo me hago la pregunta: ¿cómo puede una familia sacar adelante a su enfermo de Alzheimer?.
Si tiene recursos suficientes, con dineros “chufletes”, que se dice en Aragón.
Pero …¿y los miles de familias con poder adquisitivo escaso?.
Para estos últimos es para quienes no encuentro respuestas. Y lo triste del caso es que los poderes públicos tampoco dan la respuesta adecuada.
Ya sé, ya sabemos todos, que la nueva Ley de Dependencia es el primer peldaño de una escalera que será difícil, muy difícil de ir subiendo por ella. Para las familias más desfavorecidas, esa escalera será un rosario de peldaños en los que el esfuerzo de todos sus miembros será agotador y en muchos casos la llamada enfermedad del cuidador hará estragos cuando haga acto de presencia.
¿Qué hacer? ¿Qué hacemos? Ese es el gran dilema.
Lo de “Mayores en apuros”, no es solo el titular de este blog y su página web incorporada. Es, queridos amigos y amigas, una cruda realidad que viven miles y miles de familias en nuestro país e infinitamente muchos más a nivel mundial, ante una impotencia tan real como el azote que supone esta terrible enfermedad

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